Por medio de este mensaje, queremos expresar nuestro completo rechazo a las conductas de odio y xenofobia que familias de migrantes venezolanos han vivido recientemente en la ciudad de Iquique. Este tipo de acciones deben ser debidamente investigadas y sancionadas por la autoridad, que debe tomar prontas medidas para impedir que ocurran nuevamente. La historia pasada y reciente de nuestro país ha mostrado de manera sistemática que la llegada de personas de diversos países no sólo contribuye en la mejora indicadores económicos, sino también aporta diversidad y espesor cultural, permitiendo acercar a las comunidades y sus miembros a mayores grados de equidad y justicia social, enalteciendo los beneficios de la diferencia.
Aceptar y abrazar la diferencia permite que seamos un país más rico en desarrollo humano, posibilita la existencia de perspectivas diferentes para enfrentar la vida cotidiana y extiende los límites de las relaciones humanas, favoreciendo la integración y el sentido de comunidad. Solicitamos a las autoridades de nuestro país avanzar a paso firme en el diseño de políticas migratorias alineadas con el respeto a los derechos humanos, asegurando un trato digno, humanitario y equitativo para todas las personas, independientemente de su nacionalidad de origen. Igualmente, desarrollar discursos claros e inequívocos sobre el impacto positivo de la migración en nuestras comunidades y el rechazo explícito a las manifestaciones de violencia cuyo origen son los prejuicios y el miedo a lo diferente. Estas acciones constituyen una amenaza contra el bienestar no solo de migrantes, sino de nuestra sociedad entera.
El bienestar de la sociedad del futuro depende de todos, hoy. Debemos enseñar a los adultos del mañana que las acciones de odio derivan en consecuencias negativas para quienes las viven y se basan simplemente en la incapacidad de quienes las ejecutan para conversar, razonar y discutir. El respeto por las diferencias y el reconocimiento de las opiniones y emociones de otros redunda en relaciones más duraderas, sinceras y basadas en confianza. Es deber de quienes formamos y de quienes guían la política pública informar a la población que la difusión de estereotipos y el fomento del prejuicio pueden ser el camino hacia las inaceptables acciones de discriminación y violencia y evitan que crezcamos como sociedad. Invitamos a todos y todas a promover la discusión respetuosa y el reconocimiento de las emociones de quienes sufren y pensar en alternativas para que estas vergonzosas acciones no vuelvan a repetirse.
Consejo de Facultad
Facultad de Psicología
Universidad de Talca